Cuando en el río de la vida
la corriente te quiera halar
y hacerte pensar que la fe está perdida
es justo la hora de actuar
y comenzar a nadar un rato
contra la corriente incluso
hasta la orilla llegar
y con la frente en alto
mirar al río iluso
que en su mortal arrebato
quiso tu alma ganar
es ahí donde el río se da cuenta
que no eres de los que se amedrenta
y que no solo el río puede decidir
en quitar una vida como una menta
o en cuidarla y dejarle proseguir
sino que también tu puedes
decirle que no a la muerte
salir de sus redes
y mirarle de frente
afirmándole que no será capaz
de cambiar tu destino tenaz
ya que tu poder
no está en tu fisico
sino en tu mente
ten eso siempre presente
y a todos hazlo ver
ese poder casí místico
para cambiar tu destino
y aunque el río se jacte
y temor a algunos imparte
será siempre mezquino
porque contigo no logró
lo que con otros pudo hacer.
